Recesión en la Amazonía
- Antonio Arévalo
- 27 oct 2017
- 5 Min. de lectura

Desde hace buen tiempo, la economía de la región amazónica está entrando lentamente en una etapa de recesión, eso incluye a los departamentos de Ucayali, Loreto, San Martin, Amazonas y Madre de Dios. ¿Qué significa esto?... que existe una disminución de la actividad comercial e industrial que se manifiesta en un descenso de los salarios, de los beneficios y del empleo, sobretodo en el sector privado. La economía de la Amazonía está paralizad
a en un 80% y lo peor es que no existe en estos momentos una política de estado, un plan de desarrollo económico, ni siquiera existe una iniciativa concreta sea público o privado para reactivar nuestra alicaída región amazónica. A corto plazo, para paliar en algo este estancamiento, necesitamos reactivar imperiosamente la inversión pública, no es suficiente la inversión actual, basta de corrupción. Los gobiernos regionales no tienen políticas de desarrollo a largo plazo, solo se limitan a sembrar cemento por aquí y por allá. Los proyectos de inversión para el desarrollo de la región van a paso de tortuga, con 3 años de gobierno regional de la actual gestión no vemos nada concreto, no existe un plan de desarrollo sostenido, integral y coherente, entre las distintas autoridades, todos trabajan tirando agua para su molino, sin tener un objetivo común. Así no vamos a salir adelante, tenemos que ponernos de acuerdo en los asuntos más importantes para el desarrollo de la región, sin un consenso, sin un pacto, sin un acuerdo mutuo entre las autoridades solo estaremos dando manotazos de ahogado en esta jungla amazónica. Aunque no lo crean, el Perú es un país amazónico, visto desde el satélite, más de la mitad del territorio peruano es selva, es bosque, es árboles, es verde; sin embargo la economía del país gira en torno a la minería, es por eso que dicen que el Perú es un país eminentemente minero, un exportador primario de metales no manufacturados. Pero nuestra región toda la vida ha subsistido de la madera, el sector forestal aunque es un sector extractivo-depredativo, aportó durante muchos años su “granito de arena” al desarrollo de la región, pero a partir del 2008, el sector maderero ha venido decreciendo, de producir más de 1 millón de m3 de madera aserrada, la producción ha venido disminuyendo año tras año, al ir desapareciendo especies maderables de alta calidad como el cedro y la caoba, que ahora están en franco peligro de extinción. También otras especies valiosas de alta demanda están amenazadas, como el tornillo, el eucalipto, la capirona, el shihuahuaco y la cumala, especies explotadas mayormente por empresas chinas. En realidad no existen programas serios de reforestación sustentable, solo existe en el papel, en los contratos de concesión, en las políticas de las ONGs, en los planes de los gobiernos de turno, en las revistas de las instituciones, en los programas de los organismos internacionales, todo eso es ciencia ficción, a nivel mundial la deforestación de los bosques está provocando el cambio climático mundial, los esfuerzos para revertirlo no funcionan en la práctica, están fracasando, el planeta está a la deriva, estamos perdiendo. Volviendo al tema principal, a pesar que por muchos años hubo un crecimiento del sector forestal, nuestras autoridades nunca supieron aprovechar ese boom económico para el bienestar de los pobladores, para el progreso de la ciudad, para el desarrollo de la región, ““ese granito de arena” del sector forestal, no bastó, no hizo la diferencia, no cambió en nada el destino de nuestra región, porque el sector forestal sigue siendo abrumadoramente ilegal. Solo se enriquecieron unos cuantos potentados madereros, a costa de la deforestación del bosque, de la explotación de sus trabajadores y de la explotación ilegal. Lamentablemente, la debilidad y corrupción institucional de INRENA, sumada a la escasísima presencia del estado en la selva peruana, hizo imposible hacer cumplir la ley. Las concesiones y los permisos solo sirvieron para proveer a los extractores "guías", que en la práctica solo sirvieron para comercializar en el mercado negro, para “blanquear” la madera que en realidad se extrae de cualquier concesión, de cualquier parte. El 80% de la madera de la región amazónica tiene origen ilegal. El Perú pierde anualmente más de 800 millones de soles por los impuestos que evaden los madereros ilegales, que es más de lo que gana la industria forestal que opera dentro de la ley. Este trabajo ilegal, este delito en la extracción de la madera, trae como consecuencia, que al haber menos dinero para impuestos, habrá menos dinero para invertir en el desarrollo de la región. Y si a eso le sumamos la ausencia de políticas sostenidas de desarrollo económico, nos encontramos desgraciadamente, en que la región amazónica sigue atrasada en comparación con el resto del país, cualquier ciudad de la costa del Perú está más desarrollada que cualquier ciudad de la Amazonía a pesar de tener inmensas riquezas naturales. El gobierno central conoce estas circunstancias, estas vicisitudes que viene pasando la región amazónica, sabe que la principal fuente de ingresos de la región, la madera, está en aprietos, sin embargo nos dio una puñalada en la espalda, y a pesar que el Gobierno Regional de Ucayali solicitó formalmente al gobierno central apoyo para dinamizar la economía regional aprovechando que se iba a destinar miles de millones de soles para el Plan de Reconstrucción de la zona norte del país azotada por el Fenómeno del Niño, pero el gobierno de Pedro Pablo Kuczinsky, prefirió pagar S/. 375 millones de soles a 5 empresas chilenas para la construcción de miles de casas prefabricadas de madera prensada que más parecen de cartón, que comprar madera de calidad a cientos de pequeñas empresas peruanas especializadas en la construcción de módulos de vivienda a menor costo que las ofrecidas por las empresas chilenas. No nos debe sorprender a estas alturas estos desaciertos, estas incongruencias, estos despropósitos, estas traiciones del gobierno lobista de don Pedro Pablo Kuczinsky. Señores, todos sabemos que no basta con arreglar o construir cientos de kilómetros de carreteras de penetración, no basta con hacer pistas de cemento a cientos de calles en la ciudad, no basta con crear y fomentar programas alternativos de cultivo, no basta que vengan a trabajar grandes tiendas y centros comerciales a la ciudad, no basta con construir o remodelar decenas de colegios, no basta con incentivar nuestro incipiente sector turístico, no basta con construir grandes hospitales, malecones, centros de rehabilitación, etc. Si no somos capaces de generar empleo, si no somos capaces de generar polos de desarrollo, si no somos capaces de construir carreteras hasta nuestras fronteras con el vecino país, si no somos capaces de construir puertos fluviales internacionales, si no somos capaces de convertirnos en un hub logístico, si no somos capaces de crear centros o parques industriales, si no somos capaces de convertir materia prima en producto manufacturado, etc. no seremos capaces del salir del hoyo en que nos encontramos ahora y no estoy exagerando, somos quizás el pueblo joven más grande del Perú. La dinámica de la región nos está sobrepasando, cada día vienen cientos de personas y micro empresas a la región a buscar oportunidades, a trabajar; familias enteras vienen de la costa o de la sierra a buscarse la vida y si no hacemos nada para mejorar la situación económica de la región, créanme que nada detendrá la corrupción, la delincuencia, la prostitución, la trata de blancas, la informalidad, la anemia, la tuberculosis, la desnutrición, etc. por más buen plan social o de salud que tengan…. Carajo, “TENEMOS QUE GENERAR FUENTES DE TRABAJO, POLOS DE DESARROLLO”, no esperemos todo del gobierno, debemos abrirnos paso nosotros mismos, tenemos un gran mercado cerca, en nuestras narices y no lo sabemos aprovechar, tenemos un gigante con quién negociar, tenemos a Brasil. ¿Señores autoridades, políticos, empresarios, profesionales, ciudadanos… podremos?. ¿Somos capaces o no somos capaces?... solo el tiempo lo dirá. . . José Antonio.
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